CAMINANDOCUENTOS, ha asumido la enriquecedora labor (para nosotros fundamentalmente), de llevar talleres de oralidad a escuelas, bibliotecas y diferentes ámbitos vinculados a la educación. Los mismos se hicieron siempre con la modalidad de abrirlos a la comunidad, ya que todos somos narradores, todos somos educadores y por supuesto... "aprendientes" (me encantó la palabra, va de regalo para los que quieran usarla...).
Los talleres que se están llevando a todo el país, tienen un formato que permite hacer un primer acercamiento a la narración oral, a ese saber que todos poseemos, pero que indudablemente, en muchas ocasiones necesitamos despertar.
Los talleres que se están llevando a todo el país, tienen un formato que permite hacer un primer acercamiento a la narración oral, a ese saber que todos poseemos, pero que indudablemente, en muchas ocasiones necesitamos despertar.
OBJETIVOS PRIMERA ETAPA
* percibir el cuento como herramienta, dentro de la enseñanza.
* revalorización de la oralidad popular
* contar con todo el cuerpo.
* ejercicios, reconociendo la diferencia entre lenguaje oral y escrito.
OBJETIVOS SEGUNDA ETAPA
* qué se cuenta? quién es el narrador?
* descubrir el ritmo del cuento: pausas, silencios, descripciones, diálogos.
* ejercicios con textos escritos personales, y trasladarlos a la oralidad.
El narrador, en todas las culturas, se comparte a sí mismo a través de sus relatos.
Podría decirse que para culturas primarias (o primeras...), que basan su identidad en la oralidad, será más fácil la identificación con el narrador, que para culturas que manejan la escritura. Si bien esto no es una condición, cabe pensar que las primeras, tendrán mayor ejercicio de la memoria, entendiéndose por memoria, el registro de lo compartido, de los rituales, de hábitos y tradiciones de esa cultura. En culturas ancestrales africanas, como el pueblo Zulú, el arte de narrar se ejercita desde muy temprana edad y requiere, como todas las destrezas, del aprendizaje y de la experiencia; por lo que consideran a sus ancianos como los narradores por excelencia, debido a la mayor cantidad de vivencias acumuladas.
Manifestaciones similares en comunidades quechuas y aimaras en Latinoamérica, le dan igual importancia a la narrativa oral desempeñada por mujeres, en un trabajo de preservación de patrimonio cultural. Investigadoras del Taller de Literatura Oral en La Paz, Bolivia, reconocen que la mujer es la depositaria por excelencia de la resistencia cultural; tanto en su actividad de tejedora, como en su especialización ritual, la mujer produce activamente símbolos e interpretaciones que constituyen una parte importante del bagaje cultural de la comunidad. Nada más bello que visualizar la trama de la historia oral con la trama de esas tejedoras.
(Comparto esta opinión, con un excelente trabajo que aconsejo y ruego visiten de Edgardo Civallero y Sara Plaza: www.tradicionoral.blogspot.com)
* revalorización de la oralidad popular
* contar con todo el cuerpo.
* ejercicios, reconociendo la diferencia entre lenguaje oral y escrito.
OBJETIVOS SEGUNDA ETAPA
* qué se cuenta? quién es el narrador?
* descubrir el ritmo del cuento: pausas, silencios, descripciones, diálogos.
* ejercicios con textos escritos personales, y trasladarlos a la oralidad.
El narrador, en todas las culturas, se comparte a sí mismo a través de sus relatos.
Podría decirse que para culturas primarias (o primeras...), que basan su identidad en la oralidad, será más fácil la identificación con el narrador, que para culturas que manejan la escritura. Si bien esto no es una condición, cabe pensar que las primeras, tendrán mayor ejercicio de la memoria, entendiéndose por memoria, el registro de lo compartido, de los rituales, de hábitos y tradiciones de esa cultura. En culturas ancestrales africanas, como el pueblo Zulú, el arte de narrar se ejercita desde muy temprana edad y requiere, como todas las destrezas, del aprendizaje y de la experiencia; por lo que consideran a sus ancianos como los narradores por excelencia, debido a la mayor cantidad de vivencias acumuladas.
Manifestaciones similares en comunidades quechuas y aimaras en Latinoamérica, le dan igual importancia a la narrativa oral desempeñada por mujeres, en un trabajo de preservación de patrimonio cultural. Investigadoras del Taller de Literatura Oral en La Paz, Bolivia, reconocen que la mujer es la depositaria por excelencia de la resistencia cultural; tanto en su actividad de tejedora, como en su especialización ritual, la mujer produce activamente símbolos e interpretaciones que constituyen una parte importante del bagaje cultural de la comunidad. Nada más bello que visualizar la trama de la historia oral con la trama de esas tejedoras.
(Comparto esta opinión, con un excelente trabajo que aconsejo y ruego visiten de Edgardo Civallero y Sara Plaza: www.tradicionoral.blogspot.com)
Para solicitarnos información,
y los costos del taller enviénnos un mail a:
caminandocuentos@argentina.com
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caminandocuentos@argentina.com
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